miércoles, 24 de octubre de 2012

Ejercicio Liberador

Pic de la Gola y Ventolao

Hoy no toca hablar de actividad pero, a veces, la montaña nos conducen a otros campos y nos ayuda a aprender,a evolucionar, a reflexionar sobre aspectos muy importantes en nuestras vidas.
Sin considerarme ni un filósofo, ni un gran pensador, voy a atreverme con un tema del que no tratamos mucho.
La semana pasada ojeando la revista digital de Desnivel, me fijé en un apartado en el que aparecía “LO+LEIDO”, estos son los enlaces:
1020 años sin Wolfgang Güllich
En el mismo apartado aparecía también “LO+COMENTADO”:
10Nueva ruta y salto para el equipo de Álex Txikon en Groenlandia
Me llamó la atención que en la sección de lo más leído, siete de los diez artículos trataban sobre accidentes, tragedias y homenajes a personas que murieron. Sin embargo, solo diez de los más comentados trataban temas como los que acabo de mencionar.
En mi mente, acostumbrada a las reglas de tres directas, no se correspondía el interés sobre que leer con la inquietud por comentar lo que se lee.
Seguí escudriñando la revista y entré en dos blogs.
Primero en el de Pati Blasco:
En este artículo Pati reflexiona sobre la vida y la muerte, recordando al escalador Mikel Ziarrusta. Al final aparecen tres comentarios.
Después en el de Simón Elías:
Trata, en líneas generales, sobre la diversidad de culturas y los sentimientos de independencia de algunas regiones, refiriéndose a Cataluña. 65 comentarios siguen a esta entrada de blog. Sin entrar en contenidos, solo en números: 62 comentarios más.
Cada uno es libre de comentar lo que le parezca y no voy a quitarle importancia a este tema, responde a un sentimiento que afecta a muchas personas pero morirnos nos tocará a todos y el “no coment” no creo que se oculte en un “todos estamos de acuerdo” sino más bien tras un ¡no me lo recuerdes!
Como mucho nos lanzaremos a comentar lo efímero de nuestras vidas,el dolor y los recuerdos que nos quedan de la persona que se fue.
Alguien dijo que el dolor es inevitable pero el sufrimiento es opcional.
Bajo mi punto de vista, al hundirnos en el sufrimiento ante la muerte, perdemos la oportunidad de reflexionar sobre algo que, irremediablemente, nos tocará vivir. Como sociedad compartimos ritos, lutos, duelos … Pero somos incapaces de aprender de lo que, una y otra vez, se repite a nuestro alrededor: vida y muerte,  principio y final, se alternan en innumerables ciclos que fluyen en constante cambio.
Preferimos no hablar mucho de todo esto y hemos creado mecanismos para no tener presente que cada instante podría ser el último en este cuerpo,vida, mundo, dimensión o lo que tu creas.
Asimilar (y esto no quiere decir que yo lo tenga asimilado) el final de la vida como algo intrínsecamente asociado a nuestra naturaleza, sin duda cambiaría nuestra perspectiva: nuestra existencia sería más consciente, más plena y la muerte menos trágica, una parte de esa existencia.
Compartir estos sentimientos, escapando de patrones, esquemas y tabús, no es sencillo, produce cambios y eso implica una pequeña muerte para renacer después. Este ejercicio podría resultar liberador.

sábado, 13 de octubre de 2012

Las dos cimas de Encantats

En la mayoría de los macizos montañosos existe alguna cumbre característica que, por diferentes razones, se convierte en la cima de referencia, el logo....
Un claro ejemplo son "Els Encantats" en el Parque Nacional de Aigüestortes y Estany de Sant Maurici.
Su nombre de leyenda realza una belleza indiscutible que no escapa a la mirada del sorprendido turista ni a la del montañero acostumbrado a estos paisajes.
Se trata de una montaña agreste y que no pone las cosas fáciles para ascender a cualquiera de sus dos cimas. La vía normal al Encantat Gran implica una trepada y destrepada (o rápel) algo expuestas y para subir al Encantat Petit se alcanza la Enforcadura (el collado entre las dos cimas) habitualmente por la Canal Central (pasos de IIIº) para, desde allí, escalar hasta la cima mediante tres largos con una dificultad máxima de IVº. Enlazar las dos cimas es una gran actividad clásica del pirineo en la que se funden senderismo, escalada y alpinismo; una jornada larga, sobre un terreno de dificultad moderada, algo roto, en el que el aseguramiento clásico es lento, el solo resulta algo comprometido y el ensamble asegurado o la cuerda corta una asignatura pendiente.
El pasado fin de semana tuve la oportunidad de compartir como guía las dos cumbres con Joan y Lluis.
La vista del Encantat Petit desde el Gran les cautivó hace muchos años y desde entonces, la idea de escalarlo, se mantuvo en el cajón de los proyectos.
En las casi doce intensas horas que estuvimos embarcados en los Encantats vivimos momentos únicos en situaciones que exigieron nuestra atención desde que nos colocamos el material en la base de la Canal Central, hasta que nos quitamos el casco llegando al Valle de la Valleta Seca.
Espero que las fotos reflejen nuestras sensaciones. Para mi, una de las más intensas, es la de confundir el trabajo de guía con la pasión por las montañas y el placer de compartirlas.

A la Izquierda las dos cimas de "Els Encantats" con la Enforcadura y la Canal Central, que separan el E. Petit (izquierda) del Gran.
A la derecha, en último término el Peguera y abajo el Estany de Sant Maurici.
La foto es del mes de Junio, en el momento que hicimos la actividad (octubre) no encontramos nieve.

Els Encantats y el Estany de Sant Maurici

Llegando a la base, la montaña parece otra con sus casi 700 metros de desnivel hasta las cimas, un auténtico laberinto de canales y aristas.

Els Encantats

Escalando la Canal Central. Terreno descompuesto con resaltes de una dificultad que no supera el IIIº pero algo expuesto.

Escalando la Canal Central de Encantats. Abajo El E. de S. Maurici.

Desde la Enforcadura (abajo entre el sol y la sombra) al Encantat Petit tres largos con algún paso de IVº.
Segundo largo.

Segundo largo de la Enforcadura al Petit Encantat.

Tercer largo.

Tercer largo de la Enforcadura al Petit Encantat.

Llegando a la cima del Encantat Petit.
Detrás nuestra segunda cima del día, el Encantat Gran.

Llegando al Petit Encantat, al fondo el Encantat Gran.

Primer rápel de los tres hasta la enforcadura.

Rapelando del Encantat Petit.

Impresionante vista del Encantat Petit desde el ascenso al Gran.
La vía (croquis) por la que subimos discurre a la derecha de la característica "oreja".

Encantat Petit desde el Gran.

Entre la Enforcadura y la cima del E. Gran, el ambiente sigue la tónica general de la actividad: 
Dificultad de IIIº, roto y con patio.

Llegando al Petit Encantat, al fondo el Encantat Gran.

En la cima del Encantat Gran, felices y dispuestos a comenzar el descenso que incluiría un rápel que se enganchó al recuperarlo. 
¡El directo es así!

Cima del Encantat Gran.


lunes, 24 de septiembre de 2012

Escaladas Nómadas del Picu al Torreón.

El mes de Septiembre en los Picos de Europa suele ser un periodo estable de tiempo. Junto a Olga y Arturo, habíamos planeado tres escaladas clásicas para disfrutar del final de verano, cuando todo se vuelve más tranquilo tras el paso del "lleno" de Agosto.
Necesitábamos cuatro o cinco días de buen tiempo para escalar el Pico de los Cabrones, el Espolón Norte del Torrecerredo y la Vía Cepeda al Picu Uriellu, también conocido (o mal conocido) como Naranjo de Bulnes; tres de las cimas más clásicas de Picos. Escalándo por este orden iríamos aumentando la dificultad de forma progresiva.
Adaptando un viejo refrán castellano al refranero montañero, podemos decir que "el hombre propone, Dios dispone y la meteo todo lo descompone". Y así fue. El pronóstico de buen tiempo se reducía a dos días con lo que, llegados al Refugio de Vega Urriellu, decidimos cambiar nuestro plan inicial y quedarnos para intentar el Urriellu al día siguiente. Escalamos la Cepeda sin problemas pero si queríamos completar alguna otra escalada a una montaña que nos atrajera, debíamos buscar otra zona con buen tiempo y convertirnos en escaladores nómadas, aceptar el cambio, adaptarnos y no resistirnos a la realidad, en forma de nubosidad y lluvia, que nos trajo el nuevo amanecer. Encontramos la solución emigrando a Gredos. Atravesamos Asturias, Cantabria y Castilla-León para escalar la Sur Directa del Torreón de los Galayos.
Las dos vías son auténticas obras de arte esculpidas en cimas a las que solo se accede escalando, de esas que atraen las miradas, que cautivan. Si al contemplarlas sentís su llamada, tarde o temprano vuestros pasos nómadas os llevarán a su cima.

Anochecer en tierras de Soria, en el camino del Pirineo hacía los Picos.
Como un regalo de  bienvenida.

Anochecer en Castilla viajando del Pirineo  a Picos.

Las caras Norte y Oeste del Picu Urriellu en la aproximación desde el Collado de Pandébano.

Cara Oeste y Norte del Picu Urriellu.

Cara Este del Urriellu, por donde discure la Vía Cepeda.

Cara Este del Picu Urriellu.

Segundo largo de la Cepeda (IV+)
Llegando a la parte alta de la Y.

Vía Cepeda al Urriellu.

Cuarto largo (V).
Al fondo la Torre del Oso y Collada Bonita.

Vía Cepeda al Urriellu.

Octavo largo (IV,III).

Vía Cepeda al Urriellu.

En la cima.
Echamos de menos la Virgen de piedra (La Santina) que era todo un símbolo.

Cumbre del Picu Urriellu.

En busca de roca y buenas condiciones llegamos al Galayar.
A la izquierda "El Torreón de los Galayos".

El Galayar.

Cara Sur del Torreón, apoyándose en la Punta Mª Luisa.

Torreón de los Galayos y Punta María Luisa.

Segundo largo de la Sur Directa (IV+).

Vía Sur Directa al Torreón de los Galayos.

Tercer Largo (V).

Vía Sur Directa al Torreón de los Galayos.

Verticalidad absoluta en el diedro del cuarto largo (V).

Vía Sur Directa al Torreón de los Galayos.

Salida a la zona somital.
Abajo el Refugio Victori.

Vía Sur Directa al Torreón de los Galayos.

Autofoto en la reunión que se encuentra justo debajo de la cima, una de las más aéreas que  conozco.
El espacio es mínimo y no todos los escaladores se ponen en pié sobre ella.
Dos rápeles (20 y 40 m.)  y un destrepe por la vertiente norte nos dejaron en la base.

Vía Sur Directa al Torreón de los Galayos.



miércoles, 12 de septiembre de 2012

Caminos afilados.

¿Qué me atrae de una montaña?
La respuesta parece clara: forma, tamaño, color, suavidad, verticalidad, aislamiento, nombre, historia, energía .... La lista sería interminable.
De vez en cuando es bueno hacerse viejas preguntas para descubrir nuevas respuestas.
He descubierto que cuando miro a una montaña dibujo líneas, trazo caminos. Me veo subiendo por ese corredor, arrastrándome por aquella chimenea o empotrando mis manos en todas las fisuras. Pero hay unas líneas que son las primeras que identifica el ojo, las que forman los filos de la montaña recortándose contra el cielo: las crestas.
A veces son suaves y nos llevan plácidamente a la cima y otras se convierten en auténticos cuchillos y dientes de sierra. Constituyen los caminos afilados por los que deambular entre el cielo y la tierra, respirando un ambiente tan aéreo que, en ocasiones, creeremos flotar.
El pirineo ofrece innumerables ejemplos y su escalada nos introduce de lleno en el terreno de alta montaña sin tapujos: largas aproximaciones, meteorología cambiante, difícil retirada, a veces roca mediocre ...... Se trata de un mundo con sus propias reglas, donde asegurarse e ir rápido no tienen porque estar reñidos. Aprender una buena técnica de ensamble asegurado y de cuerda corta nos permitirá disfrutar de una manera más segura (sin olvidar que la seguridad 100 % no existe) y  no tener que improvisar un vivac.

Este verano hemos vivido momentos inolvidables recorriendo algunos de estos caminos.


Pico del Alba con la cresta que lleva su nombre a la derecha.
Zona de Aneto.

Pico y cresta del Alba

Cresta del Alba

Cresta del Alba

Cresta del Alba


Cresta del Avión.
Zona de Sant Maurici.
Cresta del Avión

Cresta del Avión

Cresta del Avión

A veces los bloques mantienen un extraño equilibrio.

Cresta del Avión

De derecha a izquierda: Tumeneja, Pa de Sucre, Punta Harlet.
Recorrimos la cresta que une las dos primeras.

Cresta Tumeneja - Pa de Sucre

Cresta Tumeneja - Pa de Sucre

Cresta Tumeneja - Pa de Sucre

Flotando en la cima, inspirando montañas.



lunes, 3 de septiembre de 2012

Enfilada en Amitges

Cartel Enfilada

El 1 y 2 de Septiembre pasados tuvo lugar la segunda edición de "La Enfilada".
Se trata de una interesante reunión de escaladores en las Agujas y el Refugio de Amitges (pirineo de Lleida).
En catalán, enfilar significa enhebrar. Los escaladores asistentes se dedicaron, a pesar del frío del sábado, a "enfilar" una y otra vez las Agujas de Amitges, recorriendo sus fisuras, diedros, chimeneas y placas de excepcional granito salpicado de pequeñas (y no tan pequeñas) incrustaciones en forma de setas.
Para algunos quedará en el recuerdo el frío de un día casi invernal, los rigores de la escalada en alta montaña. Para otros el sabor de la escalada tradicional, donde la autoprotección permite progresar dejando la roca limpia. Un día intenso, en el que los GRAE tuvieron que evacuar a una persona por una caida (finalmente sin consecuencias graves) y en el que dos instalaciones de Slackline unían la Agulla Gran y la Petita.
Pero creo que todos los asistentes coincidimos en que esta auténtica fiesta de la escalada, es posible gracias a Valentí, a los currantes de Amitges, a otros currelas de refus cercanos y manos sin nombre.
Gracias a todos por esta magnífica experiencia.

 Les Agulles d'Amitges.

Agujas de Amitges

Dos momentos del largo clave de la Vía Anglada - Guillamón a la Agulla Petita (6b+).

Vía Anglada - Guillamón

Vía Anglada - Guillamón

Evacuación en Helicóptero.

Rescate en las A. de Amitges

Slackline de vertigo.

Slackline en las A. de Amitges

domingo, 26 de agosto de 2012

Pass'Arán

Saliendo de la niebla en la Pass'Arán


A finales de Julio decidimos recorrer la Pass'Aran. Cinco refugios, cinco días de senderismo y unas cuantas ascensiones a  montañas emblemáticas de la zona para añadir al recorrido.
Se encuentra muy cerca del Alt Aneu, la comarca en la que vivo y constituye la forma perfecta de descubrir una parte del pirineo muy poco conocida, entre el Valle de Arán y el Ariege francés.
Se puede empezar en cualquiera de los refus pero desde esta parte de la frontera lo mejor es arrancar desde el refugio Amigos de Montgarri, en la cabecera del rio Noguera Pallaresa, a unos pocos kilómetros  del Pla de Beret. Desde aquí se pasa a Francia donde se encuentran los otros refugios. Tal vez el recorrido deba su nombre al hecho de pasar la frontera desde el Arán pero conversando con alguno de los guardas proponían el juego de palabras, refiriendose al grito republicano de "no pasarán", en rerlación con los caminos transfronterizos, que se utilizaron en esta zona para huir de un lado a otro de la frontera durante la guerra civil española y  la segunda guerra mundial, conocidos como "Caminos de la Libertad".

De la Pass'Arán me quedo con el recuerdo de unos días de montaña con buenos amigos, con la variedad y la belleza de los diferentes paisajes por los que discurre (alta montaña, frondosos bosques de hayas, amplias praderas, profundos lagos), con el excelente trato que recibimos en los refugios, con el sabor intenso de los lugares, todavía, poco explotados y con una idea en la mente, la de unas montañas que fueron frontera y ahora constituyen el punto de unión entre multitud de personas, regiones, lenguas .... la idea de un territorio llamado Pirineo.

Espero que os guste esta seleción:





lunes, 6 de agosto de 2012

Regalar montañas


¿Cómo se puede regalar una montaña?

No se puede envolver, es muy grande, no cabe en el salón de casa, puede que no haga  juego con el color de las cortinas .... Evidentemente una montaña no es algo que se pueda regalar físicamente, ya que no se puede poseer. Si yo le hubiera pedido una montaña a mi padre él me hubiera respondido: ¡Y yo quiero la luna!

Pero las montañas no son solo algo físico. Son mucho más que una formación geológica de una u otra roca, cubierta o no de nieve, de formas suaves o de aspecto inaccesible.

Independientemente de  lo que sean las montañas en si mismas (para saberlo tal vez debiéramos preguntarles a las mismísimas montañas), lo que les da una dimensión única, es lo que representan para las personas, a través de lo que viven en ellas y con ellas.

Una montaña puede representar un sueño, un reto, un recuerdo, una esperanza, un camino, un grito,  una sonrisa, un llanto; el lugar en el que vivir una batalla con uno mismo, con los elementos, o el espacio en el que fundirse con su naturaleza para sentirse parte de la montaña. Pueden existir tantas ideas como personas.

El Picu Urriellu, al que alguien renombró como Naranjo de Bulnes, es una de esas cimas que poseen la capacidad de atraer las miradas y despertar las fantasías. Puede ser su forma de torreón inexpugnable o su grandeza que se acerca al cielo por encima de las nubes del Cantábrico, lo cierto es que reclama la atención desde todas sus caras.

Para Raquel y Fernando, la escalada de la vía "Directa de los Martinez" al Urriellu fue un regalo en forma de experiencia abierta al frio de la mañana, al calor del mediodia en la cara sur, a la incertidumbre de un "¿y yo podré?", al miedo al vacío, al valor de comenzar, a la satisfacción de haberlo conseguido, al recuerdo del tacto de la caliza y a las sensaciones del que nace a un mundo nuevo.

Y lo mejor de todo es que la vivencia sigue abierta y, como de la chistera de un mago, siguen saliendo sentimientos y sensaciones que quedaron escondidas en algún rincón y que afloran sin quererlo al exterior.


El Picu Urriellu sobre las nubes desde el Collado de Horcados Rojos.


Luces de amanecer desde la Canal de la Celada.


Al sol la cara Este, en sombra la cara Sur.
Más o menos por el centro discurre la vía "Directa de los Martinez".


En el largo de Entrada se concentran las mayores dificultades: Vº.


Tubos de órgano en el largo de salida al Anfiteatro. IVº


Último rápel.
Al fondo la Torre del Carnizoso.


El collado más estrecho: Collada Bonita (ruta que elegimos para regresar a Fuente Dé). A su derecha la torre de las Colladetas, en el centro la Aguja de los Martinez y a la izquierda la Torre del Oso.


 Desde Collada Bonita y de izquierda a derecha cuatro amigos:
Raquel, Angel, Fernando y la Sur del Picu.