jueves, 1 de marzo de 2012

Caprichos del frio y del agua o las diferentes caras del hielo.

Como auguraban algunas gentes, de esas que saben más por sus años de vida que por consultar el tiempo en internet, Febrero llegó con una bajada de temperatura digna de un invierno de los crudos.

Esa entrada de aires siberianos fué haciendo su trabajo y rápidamente comenzaron a aparecer por todas partes joyas heladas que no nos visitaban desde hacia tiempo: Cascadas de hielo. Frio y agua en las proporciones adecuadas que permiten a los escaladores "hacer de las suyas".

A cinco minutos de la carretera, junto al pueblo de la Guingueta d'Aneu volvió a aparecer Iroshima, ausente desde el 2005. Cincuenta y cinco metros de hielo con una última sección vertical (15 ó 20 metros) que a mi me pareció de quinto, eso quiere decir que me costó entre mucho y mucho superior.

Salir de casa a las nueve de la mañana y a la media hora estar escalando "con los pinchos", es algo que se te queda grabado pues no es muy normal por estas tierras. Vuelves a casa antes de la hora de comer, con tiempo para darte una ducha caliente, diciéndote a ti mismo: "te lo has ganado ... ¡Campeón!". Abres el grifo y ¡MIERDA! ¡NO HAY AGUA! ¡SE HA HELADO! Esa sensación es indescriptible. Aprendes a valorar lo que significa tener el agua en casita y la riqueza de convivir con unos vecinos excelentes.

El frio no entiende que el agua de las tuberías no  se debe tocar pero nada, o casi nada, es eterno. Iroshima se ha caído esta semana. De vuelta a casa abres el grifo y ¡el agua ha vuelto!


Iroshima. Fio y agua en las proporciones adecuadas.
Foto Roger Martorell.


Roger en la sección vertical. Foto Roger Martorell.


Angel escalando Iroshima en un solo largo de 55 m.


Genis rapelando en su segunda visita a Iroshima.