domingo, 13 de abril de 2014

Mont Thabor, alpes amables.

Descubrimos la travesía del Mont Thabor gracias a nuestro amigo Cesar y al libro que nos prestó.
A mi, al principio, el nombre me sonaba por sus connotaciones religiosas. De hecho, existe un Monte Thabor en Galilea, donde la tradición cristiana sitúa la "transfiguración" de Jesús.
Nuestro Thabor se encuentra cerca de la ciudad francesa de Briançon, en los Alpes du Sud - Hautes-Alpes. Con sus 3.178 metros, constituye la máxima altitud del macizo montañoso al que da nombre. Puede que por tener un hermano religioso en "Tierra Santa", la región está llena de pequeñas ermitas, una de ellas situada casi en la misma cima del Thabor.
El paisaje es espectacular, alternando las cimas escarpadas con cumbres, laderas y valles de carácter más "amable".
Pienso que esta travesía, que se puede realizar un poco "a la carta" en cuatro días, se trata de una buena manera de iniciarse en el mundo de las "altas rutas de esquí". No está exenta de peligros objetivos, sobre todo hay que tener presente el riesgo de avalanchas en algún que otro flanqueo; pero la ausencia de glaciares hace que sea el terreno ideal para ir descubriendo los secretos de como desplazarse con esquis por el monte durante varios días. Ahí van unas pinceladas:

Aunque parezca que venimos de hacer la compra, nos disponemos a comenzar la travesía. La primera etapa comienza en Nevache, a unos 1588 m. y remonta el Valle de Le Clarée hasta el refugio des Drayeres a 2180 m. Son 12 km. eternos de suave pendiente.


Numerosas hermitas y edificaciones con tejas de madera, se encuentran a lo largo del recorrido.


Llegada al refugio des Drayeres. Nos costó casi cuatro horas y unas ampollas de tamaño "huevo de codorniz" en los pies de Adri.


El segundo día hicimos una circular ascendiendo al Pic de la Roche Chateau (2898 m.).
Al fondo, en el centro, se puede ver el Mont Thabor (3178 m.)  y a la izquierda el Pic du Thabor de 3207 m.


 Después de ascender a la cima del Roche Chateau y descender por el valle de la Vallette (buscando la nieve transformada y huyendo de la costra) ascendemos al Col de  l'Aigüille Noir de 2685 m.


Para llegar al collado puede ser necesario quitarse los esquís.
No todo el mote es esquiable.


Desde el collado, descendemos más de 500 m. por pendientes suaves comprobando como la nieve empeoraba por el calor. En primavera hay que aprenderse la siguiente fórmula matemática:
Nieve dura por la mañana + sol y calor = Nieve papa.
Conclusión: a madrugar. Otro de los encantos del monte en esquís.


Tercer día: Ascensión al Mont Thabor por la ruta de los tres collados.
Este es el Flanqueo (normalmente se hace por una huella que se ve más arriba) entre el Col des Muandes y el Col de Valmeniere. Ojito si el riesgo de aludes es alto.


Desde el Col de Valmeniere al Col de la Chapelle.
El perfil de la izquierda nos llevaría a la cima del Thabor.


Casi en la cumbre se encuentra la "Chapelle du Mont Thabor".


Cumbre con el macizo de Ecrins al fondo.


No se puede negar que cada uno posa para la autofoto como quiere.


Un largo descenso nos espera (casi 1500 m.) hasta les Granjes de le Vallée Etroite.
Observados siempre por el Grand Séru.


En el refugio I Re Magi o de los reyes magos. Refugio italiano en territorio francés, con personal amable, buena comida y en un entorno espectácular. Al día siguiente nos costó marcharnos.


El cuarto día volvemos a remontar le Vallée Etroite.
En el centro el Thabor y a la dereha los Séru.


Gran Séru.


 Entramos en el Valle de Chardonet y nos desviamos hacia el sur para ascender al Col du Vallon de 2645 m. y descender a Nevache por el valle del mismo nombre.


Disfrutamos de los más de mil metros de  descenso final de esta travesía.


De nuevo en Nevache, ya no sabemos si venimos de compras, ponemos un mercadillo, vamos a la playa o le cortamos los pies a Adri.... ¡Menudas Ampollas!


Amigos, montañas y las sensaciones vividas sobre esos artilugios que llamamos esquís, son los ingredientes de la poción mágica que hemos probado en el Thabor y que seguiremos buscando en otras nieves y en otras cimas.
Al final se les coje cariño a estos animalejos.