lunes, 4 de febrero de 2013

Desde mi ventana.

Hace ya casi un mes que me traslado de un lado para otro con muletas.
Al igual que los piolets, los esquís o las cuerdas, las muletas son unas herramientas que alguna vez podemos necesitar. La montaña posee muchas facetas y esta es una de ellas
Es algo provisional, desde luego. Pero una lesión (más o menos importante), sobre todo si ha sido provocada por un accidente (más o menos importante) suele traer consigo un torbellino de sensaciones y sentimientos. En mi caso, esto hace que me centre tanto en mi estado y en mi recuperación que parece que todo, deba girar a mi alrededor. Mi, mi, mi ....
Sin embargo, casi nada se ha parado porque yo me haya roto un poco.
Desde la ventana he podido ver como el invierno ha seguido su camino. Una nevada tras otra desde mediados de Enero hasta ahora, han ido cubriendo las montañas que llaman poderosamente mi atención, cada vez que el cielo se despeja. Ahora son inaccesibles. ¿Habéis probado a caminar con dos muletas y una pierna por la nieve y el hielo? Solo salgo de casa para cumplir con mis citas traumatológicas y fisioterapeúticas o para tomar el sol en un banco de piedra; y, a veces, es toda una aventura.

Con mi amigo Iñaqui Fuster de Fisio Vallès.

Rehabilitación con mi amigo Iñaqui.

Desde la ventana he visto como las diferentes capas de nieve se han ido amontonando y compactando en el patio de casa. De la misma forma, el dolor (que a veces daba paso al sufrimiento), la incertidumbre, la impotencia, la dependencia y la falta de aceptación ante este cambio y otras sensaciones que he vivido en este periodo puede que se hubieran ido acumulado y estratificado en algún rincón; pues he sentido una agradable sensación al contemplar, como Nuria paleaba toda la nieve del patio, que ha quedado completamente limpio.
Sin duda, volverá a nevar y habrá que volver a palear todos los rincones; pero ahora siento claramente que cada copo de nieve contribuirá a que la primavera sea más hermosa. Y aunque espero poder vivirla sin muletas, ahora me siento afortunado por contemplar escenas como estas desde mi ventana:


Desde la ventana. Patio.

Desde la Ventana. Sequé de Esterri y Montañas de la zona del Estany de la Gola.

Desde la Ventana. Montañas de la zona del Estany de la Gola.

Desde la ventana. Col de Campirme.



8 comentarios:

  1. Una abraçada Angel !!!
    penso molt en tu i sé que poc a poc, com els flocs de neu han anat cobrint la muntanya, la teva recuperació haurà passat i caminarem sense ni tant sols recordar-la.
    imma*

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  2. Estás hecho todo un poeta Angel... preciosas palabras amigo... espero que no tengas que "gastar" mucho la ventana y que dentro de poco las muletas vuelvan a su armario para no volver a salir nunca más (pobrecicas, je, je, je)... ahora, que con una ventana así de bonita se deben pasar las horas mejor y no se debe echar tanto de menos la montaña... porque vives en ella!... un abrazo fuerte y energía positiva a esgalla para ese tobillo Titán!!! ;)

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    1. Es cierto, tengo una ventana "esgallera".

      Un abrazo Vidal.

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  3. Jo!! que suerte tienes de tener una ventana así... para poder ver cada día como van cambiando los colores de ese paisaje, es como tener un cuadro eternamente inacabado, en continuo cambio... yo también quiero una ventana así...
    pero solo la ventana... las muletas no!!! Ja Ja!!
    Un besito Angel, ya verás como dentro de poco tu estarás al otro lado de la ventana dando brincos como las cabras!!!

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    1. Gracias Yoli. Siento no haberte respondido antes. Casi me había olvidado del Blog. Aún no brinco, pero ya esquío.

      Un beso.

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  4. Respuestas
    1. Que sorpresa, hace tiempo que no atendía al Blog.
      No tan bien como por esas tierras canadienses pero creo que aprovecharé bastante la primavera.

      Besos y abrazos

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