lunes, 3 de septiembre de 2012

Enfilada en Amitges

Cartel Enfilada

El 1 y 2 de Septiembre pasados tuvo lugar la segunda edición de "La Enfilada".
Se trata de una interesante reunión de escaladores en las Agujas y el Refugio de Amitges (pirineo de Lleida).
En catalán, enfilar significa enhebrar. Los escaladores asistentes se dedicaron, a pesar del frío del sábado, a "enfilar" una y otra vez las Agujas de Amitges, recorriendo sus fisuras, diedros, chimeneas y placas de excepcional granito salpicado de pequeñas (y no tan pequeñas) incrustaciones en forma de setas.
Para algunos quedará en el recuerdo el frío de un día casi invernal, los rigores de la escalada en alta montaña. Para otros el sabor de la escalada tradicional, donde la autoprotección permite progresar dejando la roca limpia. Un día intenso, en el que los GRAE tuvieron que evacuar a una persona por una caida (finalmente sin consecuencias graves) y en el que dos instalaciones de Slackline unían la Agulla Gran y la Petita.
Pero creo que todos los asistentes coincidimos en que esta auténtica fiesta de la escalada, es posible gracias a Valentí, a los currantes de Amitges, a otros currelas de refus cercanos y manos sin nombre.
Gracias a todos por esta magnífica experiencia.

 Les Agulles d'Amitges.

Agujas de Amitges

Dos momentos del largo clave de la Vía Anglada - Guillamón a la Agulla Petita (6b+).

Vía Anglada - Guillamón

Vía Anglada - Guillamón

Evacuación en Helicóptero.

Rescate en las A. de Amitges

Slackline de vertigo.

Slackline en las A. de Amitges

domingo, 26 de agosto de 2012

Pass'Arán

Saliendo de la niebla en la Pass'Arán


A finales de Julio decidimos recorrer la Pass'Aran. Cinco refugios, cinco días de senderismo y unas cuantas ascensiones a  montañas emblemáticas de la zona para añadir al recorrido.
Se encuentra muy cerca del Alt Aneu, la comarca en la que vivo y constituye la forma perfecta de descubrir una parte del pirineo muy poco conocida, entre el Valle de Arán y el Ariege francés.
Se puede empezar en cualquiera de los refus pero desde esta parte de la frontera lo mejor es arrancar desde el refugio Amigos de Montgarri, en la cabecera del rio Noguera Pallaresa, a unos pocos kilómetros  del Pla de Beret. Desde aquí se pasa a Francia donde se encuentran los otros refugios. Tal vez el recorrido deba su nombre al hecho de pasar la frontera desde el Arán pero conversando con alguno de los guardas proponían el juego de palabras, refiriendose al grito republicano de "no pasarán", en rerlación con los caminos transfronterizos, que se utilizaron en esta zona para huir de un lado a otro de la frontera durante la guerra civil española y  la segunda guerra mundial, conocidos como "Caminos de la Libertad".

De la Pass'Arán me quedo con el recuerdo de unos días de montaña con buenos amigos, con la variedad y la belleza de los diferentes paisajes por los que discurre (alta montaña, frondosos bosques de hayas, amplias praderas, profundos lagos), con el excelente trato que recibimos en los refugios, con el sabor intenso de los lugares, todavía, poco explotados y con una idea en la mente, la de unas montañas que fueron frontera y ahora constituyen el punto de unión entre multitud de personas, regiones, lenguas .... la idea de un territorio llamado Pirineo.

Espero que os guste esta seleción:





lunes, 6 de agosto de 2012

Regalar montañas


¿Cómo se puede regalar una montaña?

No se puede envolver, es muy grande, no cabe en el salón de casa, puede que no haga  juego con el color de las cortinas .... Evidentemente una montaña no es algo que se pueda regalar físicamente, ya que no se puede poseer. Si yo le hubiera pedido una montaña a mi padre él me hubiera respondido: ¡Y yo quiero la luna!

Pero las montañas no son solo algo físico. Son mucho más que una formación geológica de una u otra roca, cubierta o no de nieve, de formas suaves o de aspecto inaccesible.

Independientemente de  lo que sean las montañas en si mismas (para saberlo tal vez debiéramos preguntarles a las mismísimas montañas), lo que les da una dimensión única, es lo que representan para las personas, a través de lo que viven en ellas y con ellas.

Una montaña puede representar un sueño, un reto, un recuerdo, una esperanza, un camino, un grito,  una sonrisa, un llanto; el lugar en el que vivir una batalla con uno mismo, con los elementos, o el espacio en el que fundirse con su naturaleza para sentirse parte de la montaña. Pueden existir tantas ideas como personas.

El Picu Urriellu, al que alguien renombró como Naranjo de Bulnes, es una de esas cimas que poseen la capacidad de atraer las miradas y despertar las fantasías. Puede ser su forma de torreón inexpugnable o su grandeza que se acerca al cielo por encima de las nubes del Cantábrico, lo cierto es que reclama la atención desde todas sus caras.

Para Raquel y Fernando, la escalada de la vía "Directa de los Martinez" al Urriellu fue un regalo en forma de experiencia abierta al frio de la mañana, al calor del mediodia en la cara sur, a la incertidumbre de un "¿y yo podré?", al miedo al vacío, al valor de comenzar, a la satisfacción de haberlo conseguido, al recuerdo del tacto de la caliza y a las sensaciones del que nace a un mundo nuevo.

Y lo mejor de todo es que la vivencia sigue abierta y, como de la chistera de un mago, siguen saliendo sentimientos y sensaciones que quedaron escondidas en algún rincón y que afloran sin quererlo al exterior.


El Picu Urriellu sobre las nubes desde el Collado de Horcados Rojos.


Luces de amanecer desde la Canal de la Celada.


Al sol la cara Este, en sombra la cara Sur.
Más o menos por el centro discurre la vía "Directa de los Martinez".


En el largo de Entrada se concentran las mayores dificultades: Vº.


Tubos de órgano en el largo de salida al Anfiteatro. IVº


Último rápel.
Al fondo la Torre del Carnizoso.


El collado más estrecho: Collada Bonita (ruta que elegimos para regresar a Fuente Dé). A su derecha la torre de las Colladetas, en el centro la Aguja de los Martinez y a la izquierda la Torre del Oso.


 Desde Collada Bonita y de izquierda a derecha cuatro amigos:
Raquel, Angel, Fernando y la Sur del Picu.




martes, 10 de julio de 2012

Senderismo sin senderos




El título puede parecer extraño.
 Cuando hablamos de senderismo a todos nos viene a la cabeza un camino o sendero, más o menos ancho y más o menos marcado por el que conducir nuestros pasos a través de la naturaleza.

A veces conviene buscar los lugares menos transitados, un poco apartados de los circuitos balizados, donde los senderos no existieron o han sido borrados por el paso del tiempo, por el olvido, por el abandono. En ocasiones este fenómeno llega incluso a pueblos enteros.

Mostrar estos lugares es siempre delicado. Es como desvelar un secreto, intentando comunicar su sensible belleza, su frágil equilibrio. Desatando en tu interior la controversia entre el preservar ocultando o  prohibiendo o el guiar intentando enseñar.
Yo prefiero lo segundo.

Durante unos días he podido compartir algunos de estos lugares con un grupo del Servicio de Deportes de la Universidad de Burgos. Espero haber sabido mostrar la esencia de los rincones que hemos recorrido y, de alguna forma, dar unas pistas sobre una manera de vivir la montaña.

Seguro que volveremos a encontramos algún día en algún monte, puede que sin senderos.


Refugio del Gerdar, nuestro campo base para estos días.


Clots de Rialba - Valle de Arreu.


Sin senderos pero con puentes.


Orquídea. 


Pueblo abandonado de Arreu.



Estany Llong de Cabanes.
Al fondo Agudes de Pinetó y Espot.


Iglesia románica de Son. 
Punto final del último recorrido.


jueves, 28 de junio de 2012

Plan A + Plan B = Plan Alpes

Estudiando en "el cole" nos habían dicho que siempre había que tener un "Plan B". Una carta escondida en la manga (en este juego no es trampa) que te permite cambiar de actividad si la prevista como "Plan A" no está en condiciones, o hace mal tiempo.

Lo que no nos habían contado es que de esta suma de planes (aunque la operación no siempre es sencilla), podría salir como resultado otro proyecto, el "Plan C"

A finales de Mayo habíamos previsto hacer una última ascensión de cara norte clásica en pirineos. El año anterior recorríamos la Norte del Perdido el 11 de Junio en unas condiciones excepcionales por lo que pesábamos que podríamos hacer la Norte del Taillon y la Noroeste de Gabietus para cerrar la temporada. Finalmente por el calor y la escasez de nieve ascendimos la Cresta Suroeste de Gabietus. Recorrido bonito, con algún paso de III, sobre buena roca y con un acceso y posterior descenso muy alpinos.




Allí, muy arriba, la niebla olía a nieve agonizante y las nubes nos permitían imaginar cualquier paisaje. Alquimia de roca, nieve y niebla; suma de planes frustrados y realizados. Podríamos retornar al invierno....  Una propuesta en el aire y un "¿porque no?" como respuesta. Plan C = ¡Nos vamos a Alpes!

Un mes después nos volvimos a unir para viajar a Chamonix.
Al encanto de sentirse alpinista en la meca del alpinismo se le sumó esta vez el de "guiar" en la cuna de los guías; aprendiendo de las montañas que nos rodearon y de las personas con las que compartí sentimientos y sensaciones que hacen de la alta montaña algo único. A veces olvido esta visión de mi trabajo y de la montaña pero tengo al Villi que me ayuda a reconducirme en medio de un laberinto de dudas.

El Macizo del Mont Blanc nos recibió con buena cara y la mantuvo unos días por lo que pudimos completar tres actividades en un intenso viaje que no llegó a seis días.

Hacía mucho que no iba a esa zona y todo eran recuerdos que mitigaban la novedad y la incertidumbre del "estreno".
Al final todo cuadró, como si se hubieran alineado los planetas adecuados: las plazas de los refugios, los horários de los teleféricos, la dificultad de las vías, las piedras que cayeron y que esta vez no tenían nombre, las grietas que mantuvieron la boca cerrada, los rápeles que no se engancharon...... Pero sobre todo cuadraron Dolors y Xavi. Gracias por permitirme desarrollar este oficio.

Aquí van unas fotos como resumen:

Aiguille Du Midi (3842 m.)
Espolón de los Cósmicos. Dificultad AD. IV

La siempre impresionante salida de los túneles del teleférico de la A. du Midí.
En el centro Las Jorasses y a la derecha Le Dent du Geant. 

Rapelando una de las agujas.
A la izquierda La Tour Ronde y el Capuchin.

Es una ruta en la que siempre hay muchas cordadas por su fácil acceso y la belleza de su entorno.


Saliendo a las terrazas del teleférico entre los aplausos de los turistas.
Al fondo el Mot Blanc de Tacul y el Mont Maudit


Tour Ronde (3792 m.)
Corredor Gervassuti. Dificultad AD. 55º, III

Vertiente italiana del Mont Blanc desde las cercanías del refugio Torino.

Aiguille du Plan.

En primer término la cara norte de la Tour Ronde. El Gervassuti se encuentr en la cara oeste. 
Detrás el Mont Blanc.

Pendiente mantenida de 55º tras superar la rimaya.

Salida del corredor. Detrás el Gran Cappuchin.

Destrepe de III para bordear el promontorio de la cima.

Cima y Virgen de la Tour Ronde.
A la izquierda la última parte de la integral del Peuterey.

De vuelta a Torino, al fondo Le Dent du Geant.

También desde este extremo del Valle Blanco pudimos valorar nuestra siguiente actividad:

Aiguille Verte (4122 m.)
Corredor Whymper. 600 m. AD+. 55º


Las Agujas de Chamonix desde Montenvers.

Recorriendo La Mer de Glace.
A la izquierda asoman las Jorasses y a la derecha el Dent du Geant.

Las escaleras de acceso al refugio de Couvercle. 

El refugio viejo de Couvercle.
En el centro La Verte y justo a su derecha el Whymper.

Ref. de Couvercle (2687 m.).
El paisaje ya empieza a ser familiar.

La impresionante cara norte de las Jorasses desde el refugio.

Salimos del refugio a media noche y llegamos a la cima aproximadamente a las 00.05, con el frío y el viento del amanecer.

Comenzando el descenso por la fina arista cimera. 
La luz del día nos coloca de golpe ante una realidad que se veía diferente a la luz de los frontales.





Un total de 15 rápeles  nos depositarían de vuelta a la base del corredor.

Doce horas de refu a refu y otras 16 para llegar a casa. Una larga jornada pero inolvidable.
Nuevos sueños con disfraz de plan nos esperan.